Acuérdate de conectarte a Dios para poder producir ideas correctas, y sabias que te llevarán a cumplir con el propósito que Dios ha diseñado para ti. Dios es la toma de corriente correcta para ti. Que no te ocurra como a mi café, el cual no se puede hacer si la cafetera está desconectada. Conéctate a Dios y da tu mejor producción. ¡Amén! ¡Amén! ¡Amén! Tomado del Devocional giros inesperados de Noemí Rivera todos los derechos reservados. #devocional “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, este lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.” S. Juan 15:5 RVR1960 #ideascreativas #conexión #mohanasalazar #epaobradevida
Devocional un joven soñador.
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Tendrás que ser Procesado
Seamos sinceros, todos pero todos preferimos las cosas rápido, siempre estamos corriendo, preferimos calentar en el microondas porque es más sencillo; preferimos el atajo, y no tomar la avenida para evitar el congestionamiento. ¡Todo rápido, todo fugaz!
En Dios las cosas son un tanto diferente, porque El toma su tiempo para moldearnos para que al terminar su obra, sea perfecta. Dios no usa atajos, y es por eso que al recibir un sueño de parte de Dios solemos pensar que nos levantaremos al día siguiente con el sueño cumplido, como si de un hada madrina se tratara.
Todo sueño tendrá un proceso hasta ser cumplido, porque antes de entregarnos la promesa, Dios necesita moldear nuestro carácter, para que cuando recibamos su promesa sepamos administrarla correctamente.
Veamos a José nuevamente, luego de ser vendido como esclavo, llega a la casa de Potifar, pero fue tan perfecto su desempeño que fue nombrado como jefe de los esclavos. José pudo imaginar que todo estaba bien, y es cuando las cosas parecen estables, que Dios vuelve y lo sacude. Acusado de una falsa violación a la esposa de su amo, lo sacan de allí y es llevado a la cárcel, donde también fue colocado como jefe de los prisioneros.
Un largo proceso atravesó José antes de cumplir su sueño. Pero cada proceso le daba una pista de a dónde se dirigía, y revelaba de una manera misteriosa, que él había nacido para ocupar una posición de alto liderazgo.
Mientras leemos la historia, todo pasa rápido, pero si nos ponemos en los zapatos de José, nos daremos cuenta de que el tiempo no pasó tan rápido como se lee. Luego de su sueño pasaron 14 años para que José ocupará el lugar que Dios le había prometido. Pero algo nos deja bien claro la biblia, y es que en cada punto del proceso de José, Dios estaba con el.
El proceso te forma y le añade peso a tus sueños. Tu no eres de los que se cocinan rápido y sin sabor, no eres como la hierba que se seca y es quemada por la alta temperatura del sol. Tu sabor es único, y cada una de las partes de tus sueños están bien cocidas por el fuego, nada más y nada menos que por el Padre celestial.
Resiste porque lo que parece tardar solo te añadirá gloria.
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