Podemos decir que
para ejercer el liderazgo en la Iglesia de Jesucristo debemos recibir el
llamado de Dios, porque El es quien constituye, y su Espíritu Santo quien
entrega los dones como Èl quiere.
El que anhela el
liderazgo buena obra desea y para ejercerla se requiere algunas características
establecidas en su palabra. Pero para que un hombre o una mujer puedan ejercer
liderazgo en medio de la Iglesia de Jesucristo, El Señor mismo ha establecido
los lineamientos y el perfil que debe desarrollar el que anhela en su corazón
el ejercer o presidir el obispado o Diaconado.
Los principales
fundamentos en que se sostiene el liderazgo de la Iglesia de Jesucristo podemos
decir:
1) Llamado de Dios.
Es Dios quien escoge a un líder potencial y usa al liderazgo delegado(pastor, líder,
profeta, maestro) por El para confirmar ese llamado y para capacitarlo. Cada
hombre y mujer de Dios tiene que estar claro en su llamado y dones dados por el
Señor para ser un instrumento de edificación del Cuerpo de Cristo.
Hebreos 5:4 Y nadie
toma este honor para sí mismo, sino que {lo recibe} cuando es llamado por Dios,
así como lo fue Aarón.
Dios es el Soberano
en todo el Universo y nadie puede ejercer autoridad sino se le es dada por El.
Un buen líder reconoce la soberanía de Dios en su llamado.
2) Depender de Dios y de su
Espíritu Santo. Como ejercer el liderazgo es
llamado de Dios para el hombre, este debe desarrollar una dependencia total de
su palabra y de su Espíritu Santo, porque solo El es quien puede instruir al
hombre en le ejercicio de su llamado.
3) El Servicio y la Humildad!.
(MAYORDOMIA).
Jesús les dijo:
―Los reyes de las
naciones oprimen a sus súbditos, y los que ejercen autoridad sobre ellos se
llaman a sí mismos benefactores. 26 No sea así entre
vosotros. Al contrario, el mayor debe comportarse como el menor, y el que manda
como el que sirve. 27 Porque, ¿quién es
más importante, el que está a la mesa o el que sirve? ¿No lo es el que está
sentado a la mesa? Sin embargo, yo estoy entre vosotros como uno que sirve.
Además es necesario
que el hombre llamado y escogido por Dios pueda alcanzar y desarrollar una
serie de requerimientos establecidos en la palabra de Dios.
Veamos 1 Timoteo 3
Requisitos de los obispos
3 Palabra fiel:
Si alguno anhela obispado, buena obra desea.
2 Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola
mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar;
3 no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas,
sino amable, apacible, no avaro;
4 que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda
honestidad
5 (pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la
iglesia de Dios?);
6 no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del
diablo.
7 También es necesario que tenga buen testimonio de los de afuera, para
que no caiga en descrédito y en lazo del diablo.
Requisitos de los diáconos
8 Los diáconos asimismo deben ser honestos, sin doblez, no dados a mucho
vino, no codiciosos de ganancias deshonestas;
9 que guarden el misterio de la fe con limpia conciencia.
10 Y éstos también sean sometidos a prueba primero, y entonces ejerzan el
diaconado, si son irreprensibles.
11 Las mujeres asimismo sean honestas, no calumniadoras, sino sobrias,
fieles en todo.
12 Los diáconos sean maridos de una sola mujer, y que gobiernen bien sus
hijos y sus casas.
13 Porque los que ejerzan bien el diaconado, ganan para sí un grado
honroso, y mucha confianza en la fe que es en Cristo Jesús.
No basta con solo con desear ser un líder o
llegar hacer usado por Dios en el liderazgo, es necesario que esa persona se
deje procesar por Dios hasta alcanzar lo que El Señor mismo está pidiendo para
aquel que anhela liderar su Iglesia, su Novia, El Cuerpo de Cristo.
Aunque todo puede
comenzar con la nobleza de un corazón para ser un líder, es necesario un proceso de formación
y transformación que tiene que ver con el carácter de un líder.
Todo hombre o mujer
que anhela obispado o Diaconado debe someterse a la voluntad del Padre
establecida en su palabra, porque no podemos ejercer el liderazgo de la Iglesia
de Jesucristo bajo nuestros propios fundamentos, ni bajo nuestra visión personalizada.
Es por ello que el Señor nos dejo en su palabra señales para ser un buen líder,
y de acuerdo a su infinita misericordia y soberanía El Mismo llama para ejercer
este honroso servicio dentro de su Iglesia.
Como miembros del
cuerpo de Cristo no podemos tomar a la ligera el ser partes activas en el
servicio de un ministerio o iglesia Local, es un lugar de mucho privilegio y de
mucha honra, debemos ser valientes y esforzados para agradar al Padre también con
nuestro Servicio.
Las características
que debemos desarrollar y manifestar como aptos para ejercer el servicio en la
casa de Dios son:
Al
referirse con los demás:
Ø De
Buen Juicio: Roma 12:3. Que no se ensalce a si mismo o se crea superior a los demás
basándose en las carencias de los demás. Nadie tiene la estatura adecuada solo
Cristo. Desarrollar armonía en el equipo. Que los de afuera tengan un buen
concepto del que va hacer un líder, que en nosotros vean algo especial, la
presencia del Espíritu Santo.
Ø Dignos
de confianza: 2Ts.3:4. Debemos tener actitudes que reflejen nuestra integridad
de corazón y Fe, para que podamos ser confiables para el Reino de Dios y el
pueblo.
Al
referirse a Dios:
Ø Obedientes
y sujetos a El. (Ex.20:18-19). No existe un buen líder que no sepa oir a Dios,
recibir sus instrucciones y caminar conforme a lo que Dios quiere. Depender de
Dios.
Ø Visión
clara y capacidad de multiplicación.
Al
referirse a la vida Privada: (1 Timoteo 3).
Ø Ejemplo
en todo.
Ø Ejemplo
en moralidad, marido de una sola mujer, su vida sentimental debe ser ordenada y
digna de imitar.
Ø Sobrio:
(control de si mismo) que no diga cosas de las que luego tenga que
arrepentirse, evitando los extremismos emocionales.
Ø Prudente:
sabiduría y discreción. En especial al momento de aconsejar al pueblo.
Ø Decoroso:
cuidar la imagen que proyecta en la comunidad, arreglo personal, limpieza y
orden interior, es necesario mostrar el cambio que Jesús hizo, tener un
vestuario no provocativo.
Ø Hospedador:
tener un corazón abierto y dispuesto ayudar.
Ø Apto
para enseñar: diestro en la exposición de la palabra para poder alimentar a
otros, en escudriñar la palabra y explicar las enseñanzas, que ponga atención a
cada mensaje pues nadie puede enseñar lo que no sabe y lo que no practica en su
vida diaria.
Ø No
dado al vino: Rom 13:12/ Gal 5:19-21.
Ø No
pendenciero: El hombre de Dios es de paz y sabe controlarse en momentos de
tensión, debe reflejar la paz de Dios.
Ø No
codicioso en ganacias deshonestas: ejemplo en nuestras vidas económicas. Ej: no
está bien pedir prestado y no pagar. Prometer y no cumplir
Ø Amable:
sabes aplicar el amor.
Ø Apacible:
capaz de tolerar y aceptar el punto de vista de otros.
Al referirse al
hogar:
Ø Que
gobierne su casa: la iglesia no es un empresa ni una asociación, es una
familia. Si es un padre debe tener a sus hijos en sujeción, si es una madre
debe cumplir el papel de ayuda idónea, si es hijo debe mostrar, respeto,
obediencia y honra a sus padres.
Al
referirse a la Iglesia:
Ø No
un neófito: apto para servir, una persona con madurez espiritual. Y esa madurez
viene como resultado del sometimiento a Dios y la disposición nuestra para que
El obre en nosotros.
La
fidelidad y la lealtad
Aunado a todo esto, El Reino de Dios necesita
siervos o administradores que sean hallados
fieles.
(1corintios 4:2) “ Y ahora bien, se requiere de
los administradores, que cada uno sea hallado fiel”
Es por
ello que también se requiere de fidelidad y lealtad como una de las características
o rasgos resaltantes de un liderazgo de éxito en la iglesia de Jesucristo.
Quizás tú no seas
el más amigable y llamativo del equipo, quizás tampoco el más talentoso; pero
si logras cultivar y desarrollar la fidelidad y la lealtad como parte fundamental
de tu llamado al servicio del Señor, el tiempo mostrara que eres uno de los mejores regalos
que Dios ha dado a tu iglesia.
El ministerio debe
operar en el amor, la unidad y el trabajo en equipo.
Juan 13:55 “En esto
conocerán todos que sois mis discípulos, si tuvieseis amor los unos por los
otros.”
Para ministrar como
líderes efectivos necesitas mostrar el amor del cual Jesús hablo. Cuando el
mundo vea líderes unidos por el amor genuino se acercaran confiados.
Para tener un equipo
ministerial exitoso y para poder extender el ministerio y dar mucho fruto,
tenemos que aprender a trabajar con muchas personas.
No es posible tener
un equipo efectivo con personas desleales, disgustadas, desunidas e insatisfechas.
Son las personas
fieles y leales quienes se benefician de las bendiciones del éxito. Jesús mismo
les dijo a sus discípulos que tendrían un lugar en su Reino y que sus nombres
estarían inscritos en los cimientos de la Nueva Jerusalem. Apc. 21.14/ Lucas
22:28-29.
Es necesario que
podamos darnos cuenta que la lealtad es sumamente apreciada en los momentos difíciles.
En los buenos tiempos todo mundo parece leal.
La deslealtad es un
proceso y debemos a prender a detectarla como líderes.
1) Primera
etapa. Espíritu independiente: cuidado con los independientes.
2) Segunda
etapa. La ofensa. ¿Alguien esta herido?.
3) Tercera
etapa. Pasividad. Cuidado con los miembros que no se involucran.
4) Cuarta
etapa. Las criticas. (Aaron y María).
5) Quinta
Etapa. La política. (absalón).
6) Sexta
etapa. El engaño. No desprecies a tu maestro.
7) Séptima
etapa. La rebelión abierta.
8) Octava
etapa. Ejecución.
Debemos
establecer una cultura de lealtad en el equipo.
5
claves para lograrlo:
1) Ten
la actitud correcta ante palabra huecas y vacías. Proverbios 25:23 “el viento
del Norte, ahuyentara la lluvia; y el rostro airado la lengua detractora”.
La
expresión de tu cara puede refrenar cualquier intento de polémica,
conversaciones destructoras hacia el liderazgo y hasta de engaños.
2) La
poda constante: para establecer una cultura de lealtad debemos podar constantemente
el ministerio de los elementos desleales que se encuentren entre nosotros. 1 Cor.5:6 Un poco de levadura leuda la masa. (Juan
13:27). A veces tenemos mucho temor de quitar abiertamente los elementos
desleales que han venido afectando, dividiendo y hasta enfermando la iglesia y
sus miembros.
3) Crea
fuego: a veces es necesario crear condiciones que expongan a los elementos
desleales dentro del equipo. Hechos 28:3. Los tiempos difíciles y los apuros también
revelan la verdadera naturaleza de la gente. No te sientas presionado para
promover a personas
4) Trabaja
solo con personas dispuestas. Algo que no debes tener es a alguien que le
gustaría irse. El corazón de alguien así ya no está contigo. Facilita el camino para que tal persona se
vaya pacíficamente. No hay nada como trabajar con una persona dispuesta y
feliz.
5) Enseña
en contra de la deslealtad. Muchos rebeldes no están conscientes de lo que están
haciendo. La educación constante previene actividades de traición y rebeldía. Ningún
líder nace con la fidelidad y la lealtad escrita en la frente, y todo ministro tendrá
su porción de tentaciones para convertirse en desleal.
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